.
Yo solía mirarla en silencio
su cara siempre se veía extraviada
su estancia siempre era distante
Y aquello me aliviaba en cierto modo
Sabía que seguía estando solo
sabía que en el fondo la vida es consigo mismo
solo yo me acompañaría en todo momento
a toda hora, hasta la tumba
ella sería un momento etéreo
fugaz, reconfortante
Lucía un semblante distinto cada día
decía que nuestro tiempo era breve.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario