viernes, 11 de marzo de 2016

Leviatán.

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había permanecido estático
estoico entre el derrumbe de los monumentos
las estructuras parecían ser de algún tipo de material etéreo
gelatina
algún fluido que no había conocido
y la sangre que era?
-Me pregunte-
era algo a lo que atribuir sentido alguno?
Pero la sangre siempre trae la culpa
ya me aburrí de hablar de culpabilidad
ya me aburrí de hablar del odio, de la rabia, la miseria
solo he de permanecer sentado en una posición cómoda
alguna posición que no permita la aparición de las escaras
ni permita el derrumbe de monumentos de básicos cimientos.
He enraizado a la idea de la culpa,
a la idea de la mujer que me robo de mi mismo
de mi sentido de propiedad, de libre albedrío
de mis ideales
de mis fortalezas
de lo reprochable.
La explosión de mi persona no ha  terminado ni mucho menos;
Aun quedan décadas de dolores y de amoríos no correspondidos
de noches enclenques y deseos fatuos que se esfuman como el humo de la marihuana barata
de los vapores del neopren y la yesca mojada.
Las frutas que representaban una unión no consumada me apuñalan por la nuca
es difícil no hacerse caso a uno mismo
tratar de evadir las situaciones, los objetos
tratar de evadir las personas las conversaciones
los reflejos en el espejo del baño
los lugares que alguna vez fueron comunes.
Los recuerdos son el peor lugar para poder descansar
para poder vivir y para poder morir
no termino de hacerlo aun lo repito;
Aun quedan décadas de dolores y de amoríos no correspondidos
de noches enclenques y deseos fatuos que se esfuman como el humo de la marihuana barata
de los vapores del neopren y la yesca mojada.
Aun quedan miles de redes neurales que habré de despreciar
que habré de evitar
o que habré de guardar so pena de ser mutilado una vez más
por el brazo inmisericorde del Leviatán .
Del monstruo con nombre de mujer
del monstruo con nombre de persona que odio
con nombre de persona que respeto
con nombre de animal que deseo
con nombre de puta que extraño
con nombre de hombre que se funde con mis bofetadas a la pared
con mis necesidades de contacto humano
con los toques de las mañanas y las bondades de la ropa, de la piel de mujeres que no conozco
de caricias falsas que pretendo interiorizar como quien guarda un objeto valioso
con la mentira de respirar el sudor y el aliento cálido de labios envasados.
Creía que sabia caminar
mas gateaba en la penumbra tropezando con los cordones de mis manos
de mis zapatos
con los nudos de mi cabeza rapada
con mis ideas
y con mis modos de vivir el día a día
con las emociones de alegría,
con la inseguridad que vaticinaba en sus ojos medio llenos tristeza
medios llenos de amargura,
medios llenos de pasión.
Administre las propiedades como quien dicta una ley
mas desprecie las ambiciones del humano moderno
no estime necesario escuchar al mundo científico
y sus teorías de  que la tierra era redonda
los cuentos inverosímiles de que el planeta no acababa ahí donde se escondía el sol
mas recurrente era por mi parte la operación de taparlo con un dedo
con modalidad automática ejecutaba para recibir la reprimenda de las masas a posteriori
con sonsonete constante
constante
con...stante
constant....e
cons....tante
constante
....constante
constante...
me perdí en la constancia
la constancia fue mi quimera
la constancia fue mi cruz
¿he de serlo una vez mas?
¿ser el hombre constancia?
constantemente animal
constantemente monstruo
constantemente amante furibundo apasionado
la mejor persona sobre la tierra
el ser idealizado por los ojos de nadie o de todos
el que el mundo quiere ver muerto
el que quieren ver resucitar al tercer día para regocijarse en su afán de destrucción
al sentir como aplasto a los gusanos con mis manos y fuegos de ultratumba.
Quieren verme castigar, quieren ver el mundo arder!!







..y luego perdonar..







ya estoy cansado?





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jueves, 10 de marzo de 2016

Justicia Poética.

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Sediento de mis ganas extintas
solo puedo pensar en la calma
la ansiedad es implacable como el silencio
ay! de mi cuando caiga la noche
solo encuentro metas y expectativas rápidas
vicios terrenales
carne
la gracia de los costalazos contra el suelo
las enfermedades venéreas
y la falta de respeto hacia la vida.

Han quedado al descubierto las trampas
aun así me es imposible dar un paso en falso
sin correr el riesgo de saltar por los aires
he amanecido algunos días con dolores en la espalda
con los ojos morados y los brazos torcidos.
He trabajado también para pagar mi derecho de admisión en la cárcel
he conocido varias personas que odio
aunque no mas que a mi propia persona.
Mi compañera me ha relegado al mas oscuro de los podios
finalmente se harto de llevarme de la mano.
Solo soy una espina en el camino
una piedra en el zapato que se vanagloria de serlo
miro hacia atrás y pienso en mi fervor
en mi furia, en la catarsis, en los golpes directos
pienso en las veces que debí haber saltado al vacio
siento culpa, tambores verdes
supurantes
debí de expiar mi alma
inmolarme, intoxicarme, darme un tiro,
convertirme en cenizas y alzar el vuelo.

Solo genero tensiones,
marchitas risas plásticas
hieles provocadas por el lazo al cuello
y la asfixia de las palabras
de las actitudes
de los movimientos de los dedos
de los parafraseos que evoco inconscientemente
para denostar la felicidad ajena

Mas de cuando en vez siento ser el de la razón
mas ellos habían hilvanado la manera correcta de producir verdades
inmutables caras marmoladas en las paredes de mi recamara
que sería entonces de mi?
(harapiento holgazán)
un postrado en el propio decaimiento y miserias mas fúngicas y lovecraftianas
que haya podido consignar el vaticinio de mis ordinarias luchas diarias
de las banalidades que arremeten al cuerpo y a las relaciones sexuales
a la lujuria de emancipar la soberana lacra que duerme en el baúl de los recuerdos
añorando la certeza del día pétreo que emancipe estas almas aplacadas por la temeridad del salto hacia la muerte
del disparo a quema ropa
y el olor a pólvora en las manos.
La sangre ya fue mancillada en esclavitud
las revoluciones de la carne fueron los golpes con los que fui criado
ahora la senda anunciada se somete a mis pasos polvorientos
y a la dictadura de los segundos en los que me encuentro colgando de cabeza.



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