Acta.

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Soy un enamorado de mi propia poesía

soy mi fanático number one

me prendo velas en las noches

y recito mis poemas en silencio

antes de irme a dormir

un pan con margarina 

y de maridaje unas latas de cerveza dorada

después de ver perder a la selección nacional

después de ver perder al servicio electoral

después de ver perder a la selección natural

Pobre soy
pobre es el poeta
repito la palabra poeta y poesía a modo de burla

mejor describe mi andar la palabra vago
la palabra borracho
drogadicto
la palabra alcohólico
bastardo
malnacido

enardezco al publico inexistente
dispongo entonces de unos elogios

unos aplausos

clamores auto referentes

de mi propia mente eufórica

trastornada por el brebaje

doy unos aplausos 

antes de entrar en cólera

por mi doctrina auto impuesta

de la censura

del gregario claustro del teclado

que invita al desquite de la tecnología

me río de vergüenza

hacía los poetas de pluma y papel

me suenan a intelectuales aburridos

a arribistas

a snobistas y filósofos dogmáticos
todos ellos pasados de moda

pasados de moda al igual que la humanidad

y lo vuelvo a repetir por vez enésima:

"La humanidad ha pasado de moda"

Anótese, transcríbase 

tómese razón 

archívese 

comuníquese y publíquese.


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Singularidad.

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Si quisiera congelar el tiempo bastaría con mirar hacia atrás
pararse en el punto de inflexión en el que el tiempo se curva
donde pareces mirarte desde arriba
y parece ser otro  el que presencia los espectáculos que acontecen
donde pareces adoptar la forma de un arquitecto colosal
de advertir con tus manos al advenimiento de la súbita y sublime creación.
Ser dios.
Creando y dando forma a lo incorpóreo
materializar los acontecimientos que aun no han de ocurrir
planificar los designios de las estrellas
las formas de las olas
sobre la arena de la playa
que está bajo mis pies.
Percibir
trasladar las señales químicas
que crearan la experimentación sensorial del mundo que nos rodea
hundirme en el misticismo de existir
de ser partícula
de ser materia
de ser animal
de tener que sostener mis huesos con mis fibras musculares
de trascender con la mera escritura
y el movimiento férreo de mis palabras
dirigidas por un remanente cósmico
de una explosión acaecida hace quizás cuantos millones de años.
Y que son estas creaciones sino meros trazos
en el absurdo sendero que hemos delimitado
que han creado estas manos
al momento de querer describirse con conceptos popularmente aceptados
solo soy yo
soy yo y tú mirándome en el silencio
en el frió tremendo de la nada
somos tú y yo abrazados
tú y yo teniendo relaciones sexuales
somos tú y yo llorando
por la incapacidad de resistir la pulsión genética de continuar nuestra especie
de propagarnos como un cáncer sobre ésta cansada esfera.
He llorado pero sin lagrimas
he llorado imaginando hacerlo
no he necesitado concretar físicamente
sospecho que algo ya no está
tampoco he necesitado reír
aunque de todos modos he cometido el delito por mera inercia.
He reído mirando hacia adelante y atrás en un punto muerto
pensando en la curvatura del tiempo
concibiendo mi estancia con jergas de cementerio
no existiendo
pero viviendo delante de vuestros ojos
existiendo
muriendo delante de los míos
creía ser yo el que se miraba desde arriba
no necesitaba morir
necesito un segundo en silencio
un espacio mudo
ser para siempre
crear el blanco
concebir el negro
ser parte de un punto muerto
intacto
y eterno.

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Callejón Santiago

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Callejón Santiago

cerca de la medianoche un par de guitarreos

un canto, palmeteos al aire

y cierra el telón

al acabar el sudor frió

la anticipación del día laboral

Habría de volver a sus hijos malagradecidos

a la cama de la hembra y a sus piernas abiertas

o quizás a la jaqueca, quizás a la negación

al beso en al frente y a la quietud de las sabanas

Negose a seguir 

no mas cargar los lazos

El cielo era rojo

las 2 de la madrugada y el cielo era rojo

el cielo era rojo y los gatos en los tejados

el juego erótico  

el apareamiento en el gris de la urbe

-Como odiaba a los gatos- balbuceo

también odiaba la luz 

mas un bus arremetía destellos en su frente

había decepción

había una fuerza motriz en todo aquello

Entes divinos programaban el devenir

el incordiarlo en maneras sutiles día a día

el pago de los impuestos

el levantarse a las 8 de la mañana

la rutina de hacer el amor

Dio un paso al frente
maldijo por enésima vez
pronuncio idiomas ininteligibles
-Como odio a los gatos- balbuceo.

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Lastre

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De eso se trata
de avanzar pisando clavos
de ir perdiendo la pasión
no ha de volver jamas la niñez magullada
la adolescencia insurrecta
los primeros líos de faldas
la tarea de pertenecer a muchas personas
y dejarse esparcir en sabanas sucias
en departamentos abandonados
en medio de una urbe de luces tenues
de tormentas eléctricas
y de techos que se llueven.
La memoria no se cansa
no otorga piedad
las amistades se marchan como por costumbre
han de formar vidas de maneras estipuladas
cometiendo los mismos errores que cometieron sus padres
Nítido es el recuerdo aquel de la hiel por el femicidio
por la corpulencia de la traición
la sangre mancha mi frente abierta
la raza humana esta en extinción
el auge de los computadores es lo que le sigue
la moraleja de la era atómica no nos enseño nada
Oh señor! como hemos podido ser tan necios!
como hemos podido seguir viviendo en vez de bombardearnos!
y dejar a los escombros de nuestra miseria renacer la biósfera!
y pensar que estos alegatos rugieron
por quererme muy poco como para poder querer a los demás
mi tarea ahora es esclavizarme
servir al patronazgo para hacer algo de utilidad
ponerse la mascara
para asumir responsabilidades autoimpuestas
estudiar y ganar títulos innecesarios
que validen mi condición de hombre moderno.
He pensado en el suicidio colectivo
en la explosión de edificios
en los derrumbes de las bolsas de comercio
¡Dicen que debiera automatizar del mismo modo mis sonrisas!
mas no existe empatía
solo nostalgia
melancolía de tiempos muertos
la anhelación de la tierra cansada
necesito salir corriendo
huir del continente
hundirme en el oceano
crear distancias abismales entre mi y mis fútiles amoríos
sentir la fragilidad de estar encerrado en un cuerpo mortal
vivir la redención de ser crucificado.

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