domingo, 27 de diciembre de 2009

.Hora.Zero.

.


Supuse ante la obviedad de lo encontrado en mi interior destripado
cual seria el infortunio y maldito regalo del destino cruel,
lo tuve frente a mi, en mis manos, y lo tuve mas tarde;
la contemplación de aquella masa palpitante y nauseabunda
llenabame de temblores y de un implacable miedo ciego.
Era todo el temor en mis palmas,
era toda la inseguridad apremiante en tono oscuro,
eran penas, llantos, rabia y todo lo que odiaba mi ser
en el otro insignificante mundo del sentir.
Aullaban ya las bestias de la noche prematura
cuando me vi tirado en el suelo con el estomago abierto
en un charco de sangre y tripas que mas de humano
parecían de algún animal antiguo e indómito,
me vi así mismo, con la sombra de mis males en las manos
comtemplandola sanguinolenta y propia,
cuando de repente en un impulso casi instintivo
pose mi lengua sobre ella y lamí su textura nocturna,
deguste su sabor a sueño muerto, a garganta en grito,
a lagrima negra y la devore sin pensarlo,
sin importarme el arduo proceso anterior de faenarme
con mis propias uñas para extirparla,
como si de ello dependiera mi vida,
con unas ansias fulminantes,
casi desesperado la tragaba
devolviéndola al núcleo de donde venia,
con la necesidad de completarme,
con el deseo de sentirla otra vez,
como si estuviéramos atados desde un punto mágico en el tiempo,
con lazos invisibles.

Había dependencia en el anhelo,
los males y el hombre gris juntabanse desde la hora cero.

.

1 comentario:

  1. Me gusta, pero las anteriores me encantaron aún más.

    Que tengas una linda noche y un buen inicio de año.

    Saludos ^^

    ResponderEliminar