miércoles, 10 de febrero de 2010

Hoy Como Tenga Que Ser.

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Estuve semanas tirado en una silla ardiendo de calor,
mirando la fiebre insoportable brotando por los poros,
se llega a sentir fácil en el ambiento cálido y denso,
se sentía en el olor a muerto que exhalaba mi cuerpo de vez en cuando.
Si, de vez en cuando me movía (me arrastraba mejor dicho)
para hacer mis deberes vitales,
para cerrar una llave, para mover unos cuadros,
movía unas palancas recuerdo,
me gustaba estropearle la vida a algún insecto rociandole veneno.
Que manera mas cruel de morir es esta (la mía).

Un día mire entre mis pliegues dominantes
tratando de sacar alguna miga o algún recuerdo,
nada apareció, nada mas que sudor y grasas expelidas por no se donde,
que asco me produje y deduje al mismo tiempo que las ganas se me habían esfumado.

Llevaba días esperando no se que,
llevaba días preguntándome el por qué,
llame un par de veces a un teléfono vació,
después no se donde llegue,
a la casa de un amigo?
lo hice de perdido sin dudas.
Me encerré en el baño a desorientarme en momentos
para acabar apagado bajo el chorro de agua helada,
tome tragos amargos y vómitos aun peores,
los sabores regalaban el encanto real del vivir en el acto,
aunque después este no esté y desaparezca en una nube desgraciada al día siguiente.

Lo no correspondido a veces hiere, pero lo correspondido hiere mas,
como por ejemplo las hieles en la cien producidas por la resaca apetecida,
esas que cientos de veces he sentido de mala/buena gana.
Las he sentido en esas mañanas de invierno gris,
cuando el humo de los buses realza lo negro de las caras y las vidas,
lo he sentido volviendo de algún lugar al que no quería ir,
me he carcomido múltiples veces bajo mi propia tutela,
buscando algo con que ocuparme mientras voy olvidando como comencé,
así como busque por avenidas algún nicho en el cual dar mi ultimo suspiro,
así como alguna vez busque mi lugar en el mundo.
Y así es, así fue ayer, así sera mañana,
pero hoy sera como tenga que ser.

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