martes, 9 de marzo de 2010

Prólogo De Noviembre.

.

No estuve aquí por una buena temporada,
razones tenia de sobra,
me disculpo ante ustedes mis acólitos si es que os ofendí.
Sucede que me amarraron de un brazo,
ahora camino por la calle con una sonrisa de oreja a oreja.
Si, me abrieron las puertas de una casa y algunas otras cosas que no pueden ser mencionadas frente a los niños imaginarios de entre mi publico,
el resto podrá saber de que hablo por ecuaciones sencillas,
como por ejemplo bajo la pregunta:
-Que tan dulce puede volverse la rutina?
y yo digo:
-Gratificantemente especial.

Y si me quejara como es habitual seria mas falso que el papa o que algún evangélico hipócrita bailando reggaeton,
por eso no lo haré, no me quejaría de lo que tengo en frente ni aunque me dieran a palos.
No acostumbro a hablar de amor en buenos términos, (ya saben)
pero esta vez hago un stop y me muestro así tal como soy;
como el niño con corazón de algodón de azúcar,
demasiado real para mostrarlo en vitrinas,
demasiado estúpido para ser verdad.

Yo lo describiría como un ser feliz,
tiene sonrisa de perro y gestos irracionales,
lo deje escapar de su jaula hace ya casi medio año y ahora anda destrozando los esquemas que tan cuidadosamente había plantado para el.
Por favor ríanse si es que lo ven por la calle al caminar,
ríanse si quieren, porque yo lo hago todo el tiempo,
pero tengan en claro que a el nada le va a importar,
no los escuchará,
lo se por que le pregunte tiempo atrás..
le pregunte.. ¿como? ..
le pregunte si es que me podría describir el amor,
el me respondió..

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario