Coloquio.

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Ring! Ring! gritaba el despertador,

era el sonido mismo de la mañana acompañado de un extraño sentimiento instintivo y seco que se apoderaba de mis entrañas,

tuve un alcance místico y mire por la ventana..

algodones grises cubrían el cielo pronosticando la tormenta que se avecinaba.

Demonios, Pensé; ya no sera un día de alegrías ni festividad.. excelente...

he aquí la excusa para no salir de casa,

para no tener que soltar una miserable palabra de la boca,

para no crear conversaciones vacías y fingir cortesía,

la excusa perfecta para vegetar en letargo hasta avanzadas horas de la tarde

siempre y cuando mi espalda me lo permitiese.

Lamentablemente y pese a mis anhelos no pude dormir mas..

ya en pie y al correr los minutos por la mañana

reproduje una que otra vieja melodía melancólica,

debí haber advertido que seria suficiente para evocar épocas pretéritas.

Y así y sin mas, una a una fueron callendo las sonrisas, trastornos, paraguas, trasnoches,tragos, arboles, calles, recuerdos, terribles, desenfrenos, ahogos, horas, espantos,

días soleados, faroles, noches estrelladas, lluvias, sofocos, ternura, miedo y sueños hacia el suelo, explotando y salpicando su alrededor.

¿suicidio? demasiado fácil para una persona como yo,

tome un par de tazas cargadas de café recobrando el sentido de la realidad.

Le dije a mi taza: Voy por mi colega de niñez,

no me esperes.. puede que me pase de copas hoy también..

te quiero.. prometo que volveré.

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