Eight O' Clock.

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Créeme por favor cuando digo que tengo sueño,

¿No me has visto la cara acaso? ¿Necesitas mas pruebas?

¡No me vengas con tonterías mujer!

¡El tiempo es oro y tu te preocupas de flores!

La vida de los hombres no es fácil, no señor,

aquí se hacen las cosas como se nos exige,

no podemos perder la vida con romances o flores,

Debemos ser duros, ser maquinas eficientes,

debemos traer el pan, pagar las facturas, ser autómatas,

estudiar lo debido, tener una casa grande,

repudiar al indigente, santificar la cruz,

criar canarios, perros, gatos y educar a los hijos,

convocar al concejo a reuniones, viajar en avión,

comprar pasajes, comprar mucha ropa cara,

poseer, poseer autos, millones, billetes,

hacer gala de nuestra razon,

acumular cultura, culturas francesas, culturas inglesas, europeas,

vanguardias, olvidar nuestras etnias, al indígena, al negro, al pobre,

porque así es la vida del hombre correcto, así es la decencia

y en consecuencia debemos ser practicos,

hay que ser decentes en la cama, con el prójimo, con las visitas,

ocultar los temores e inventar las noches,

debemos temer a los bandidos y su casta, respetar a la policía,

sacudir decentemente los platos sucios de la mesa

o romperlos de vez en cuando estallando en odio,

golpear a la mujer cuando se debe,

¡Ajustarse los pantalones carajo! Y lo mismo con los niños,

aplicar mano dura con correa,

con cordón de plancha o con pedazos de ramas

¡Porque así es la vida, es dura y sacrificada!

¡Y tu vienes aquí y me hablas de flores!

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